¿Disminuirán las ventas del iPhone de Apple?

Apple está a punto de batir su propio récord del trimestre más rentable en la historia corporativa estadounidense cuando reporte sus ganancias este martes.

Pero aunque se espera que los ingresos netos alcancen los US$18.2 mil millones, esa cifra sería sólo un 1 por ciento superior al récord que estableció hace un año. Para los últimos tres meses de 2014, las ganancias de la compañía de tecnología aumentaron en un 37 por ciento y el presidente ejecutivo, Tim Cook, elogió un crecimiento de las ventas del iPhone que era “difícil de comprender”.

Ahora que el mercado de teléfonos inteligentes se está desacelerando y hay dudas acerca de la demanda en China, Wall Street está más obsesionado con otro hito potencial para la compañía más grande del mundo por capitalización bursátil: el primer año de disminución de ventas en la historia del iPhone.

Aunque la mayoría de los analistas predicen que las ventas del iPhone se elevarán ligeramente en comparación con su primer trimestre fiscal del año pasado — cuando vendió 74.5 millones de unidades — los inversionistas están más preocupados sobre lo que sucederá con el producto más lucrativo de Apple durante el resto del año fiscal 2016.

Una disminución interanual en el trimestre actual, que concluye en marzo, ahora se considera una certeza, por lo que la atención se enfoca en qué tan fuerte será la disminución. En uno de los pronósticos más pesimistas, la analista de Morgan Stanley, Katy Huberty, cree que las ventas del iPhone podrían ser inferiores a los 50 millones de unidades, por debajo de los 61 millones de hace un año.

También aumenta el consenso en Wall Street acerca de que ahora parece probable que ocurra una disminución de las ventas del iPhone en todo el año. Por ejemplo, Sherri Scribner, de Deutsche Bank, predice que la venta de unidades disminuirá un 4 por ciento hasta los 222 millones en el año fiscal que concluye en septiembre.

Las preocupaciones se han extendido a través de toda la cadena de suministro de Apple, y los fabricantes de chips y otros proveedores de componentes han recortado su producción y sugieren que todo se debe a una disminución en la demanda de los iPhone.

Las fluctuaciones monetarias también están perjudicando a Apple, la cual se ha visto obligada a subir los precios del iPhone en muchos de sus principales mercados. En Japón, el modelo de iPhone más reciente cuesta 28 por ciento más actualmente que en el momento de su lanzamiento un año atrás, en Canadá cuesta 20 por ciento más, en Australia 24 por ciento más y en India 16 por ciento más.

Los analistas están especialmente obsesionados con los pronósticos de ventas del iPhone porque el dispositivo representó dos tercios de las ventas de Apple en 2015.

Ésta no es la primera vez que en Wall Street ha crecido tanto la preocupación acerca de la compañía de Silicon Valley. A principios de 2013, a raíz de un aumento del 78 por ciento en las ventas del iPhone en el trimestre de las vacaciones de 2012, la capitalización de mercado de Apple cayó por debajo de la de ExxonMobil, a la cual había superado un año antes como la compañía más valiosa del mundo.

En aquel momento, al igual que ahora, la información filtrada acerca de recortes en la cadena de suministro de Apple intensificó las dudas de que semejante aumento tan grande en las ventas del iPhone pudiera repetirse jamás. El Sr. Cook advirtió a los analistas que “cuestionaran la veracidad” de tales rumores.

De hecho, la tasa de crecimiento de Apple sí se ralentizó durante 2013, pero los lanzamientos en septiembre de 2014 del iPhone 6 y el 6 Plus, los cuales tenían pantallas mucho más grandes, reanimaron la demanda.

Ahora parece que Apple está esperando hacer lo mismo nuevamente, pero esta vez reduciendo el tamaño de la pantalla. Hay rumores persistentes que sugieren que un nuevo iPhone 5se — con una pantalla del mismo tamaño que el iPhone 5 de 2012 pero con nueva tecnología que incluye soporte para Apple Pay y Live Photos — será lanzado a la venta en la primavera.

Incluso ese lanzamiento podría no ser suficiente para evitar que las ventas del iPhone disminuyan este año. “Supongo que podría ayudar en algo”, dice la Sra. Scribner. “Pero el mercado se está alejando de los teléfonos más pequeños”.

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