¿Qué pasa con la economía?
MIAMI - La respuesta a la pregunta sobre la economía de Estados Unidos es simple: el asunto es que la producción total de bienes y servicios no crece lo suficiente como para combatir el principal problema, el desempleo.
Aunque el producto interno bruto (PIB) está creciendo, el ritmo es débil e insuficiente para reducir el desempleo.
Y de acuerdo con los últimos datos del Departamento de Comercio, el PIB apenas creció 1,5% en el segundo trimestre de 2012, una tasa inferior a la del primer trimestre de 2% y también inferior al crecimiento del último trimestre de 2011 que fue de 4,1%.
Es decir, la recuperación económica pierde cada vez más fuerza y mientras tanto el desempleo sigue creciendo o se mantiene sin mayor mejoría.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional dijo que ve una recuperación "tímida" de la economía de Estados Unidos e incluso afirma que "los riesgos se han intensificado debido a la agudización de la crisis en la zona euro y a la incertidumbre sobre los planes fiscales domésticos".
La gran pregunta actual es ¿qué se puede hacer? Y las respuestas empiezan por reconocer la realidad de que lo que se ha hecho hasta ahora ha sido insuficiente.
Por ejemplo, La Reserva Federal, el banco central estadounidense, después de aplicar durante los últimos años una política de gran expansión monetaria con tasas de interés en niveles históricamente bajos, no ha logrado impulsar la economía hacia una verdadera recuperación.
Podría hacer más de lo mismo o darle aún más dinero a la economía para que se recupere. También puede buscar medidas más creativas. Una de ellas sería obligar de alguna forma a los bancos a que presten porque literalmente están sentados sobre grandes cantidades de dinero y no lo quieren prestar a empresas y familias como es su función básica.
Más de lo mismo o darle aún más liquidez a la economía es un tema de álgido debate entre economistas y a lo que se oponen los sectores más conservadores. La razón es que sería como imprimir más y más dinero con el riesgo de que tanto dinero en la economía terminaría impulsando los precios de los bienes y servicios, es decir, generando inflación.
La inflación a su vez haría que muchos decidan sacar sus capitales del país, lo que a su vez provocaría una devaluación del dólar. Sin embargo, es posible que la economía necesite un poco de eso.
Pero lo que más afecta a nuestros bolsillos es que el empleo no se recupere. Según un análisis reciente de Min Zhu, director gerente del Fondo, la falta de empleo se explica por el bajo crecimiento.
Según Zhu, tiene que producirse una mayor respuesta en política económica lo que incluye entre otras cosas "un mayor esfuerzo para contener la crisis del Euro, moderación en la intensidad del control al gasto público y continuación de la política monetaria expansiva.
En palabras más simples, se necesita que la Reserva Federal siga dando toda la liquidez que pueda, que el gobierno gaste más y que se busquen soluciones a los problemas de Europa.