Los efectos del cierre del Gobierno de los Estados Unidos, agencia por agencia
WASHINGTON. La falta de acuerdo presupuestario entre republicanos y demócratas ha empujado a los Estados Unidos al primer cierre parcial del Gobierno en más de 17 años, un fenómeno que continuará hasta que el Congreso apruebe nuevos fondos.
El cierre obligará a mandar a casa a más de 800.000 de los 2,1 millones de funcionarios federales durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.
La emisión de datos económicos se interrumpirá y los parques nacionales cerrarán sus puertas, pero se mantendrán servicios básicos como el correo, el control de tráfico aéreo, los cheques de pensiones o la actividad de los agentes policiales y de seguridad.
Estos son los principales efectos de la suspensión de actividades en las principales órganos y agencias federales:
Casa Blanca:
Alrededor del 75 % de los empleados de la Casa Blanca serán enviados a casa sin sueldo durante el tiempo que dure la crisis. Se espera que 436 de los 1.700 trabajadores continúen trabajando como apoyo del presidente Barack Obama. "Tendremos un personal esquelético", dijo el lunes el portavoz presidencial, Jay Carney.
Departamento del Tesoro:
Alrededor del 88% de los más de 100.000 empleados serán enviados a casa sin sueldo. Permanecerían trabajando los empleados que gestionan los desembolsos de las pensiones de seguridad social, pero no los encargados de auditorías y otras operaciones relacionadas con los impuestos en la agencia tributaria (IRS).
Reserva Federal:
No se ve afectada por el cierre del Gobierno.
Departamento de Defensa:
El 50 % de los 800.000 empleados civiles del Pentágono serán enviados a casa, mientras que todos los militares -alrededor de 1,4 millones- continuarán trabajando. Obama firmó la noche del lunes una ley que permitirá que todos los militares y algunos civiles sigan recibiendo sus cheques durante el cierre del Gobierno.
Departamento de Estado:
Sus actividades no se verán inmediatamente afectadas, debido a que sus fondos provienen de una ley de gastos diferente. Las embajadas y consulados en el extranjero continuarán funcionando y se seguirán emitiendo visados para viajar a Estados Unidos.
Departamento de Seguridad Nacional:
Un 14 % de los más de 231.000 empleados serán enviados a casa, dado que la gran mayoría se consideran trabajadores "esenciales". No obstante, se espera que deje de operar el programa E-Verify, utilizado por empresarios para verificar el estatus legal de sus trabajadores.
Departamento de Comercio:
El 87 % de sus empleados serán enviados a casa sin sueldo (más de 40.000 de los 46.420 funcionarios que trabajan allí). La división encargada de revisar las exportaciones de EE.UU. operará con la mitad del personal.
Departamento de Trabajo:
Se prescindirá del 82 % de los 16.304 empleados, entre ellos los que trabajan en la Oficina de Estadísticas Laborales, que produce estadísticas económicas como los datos mensuales de desempleo. No obstante, el relativo a septiembre podría emitirse el viernes, según lo que decida la Casa Blanca.
Departamento de Agricultura:
El Departamento no ha indicado de cuántos de sus 100.000 trabajadores prescindirá, pero se espera que continúen actividades esenciales como las inspecciones de carne, al tiempo que se suspenden las de otros alimentos. También se dejarán de producir informes sobre las estimaciones de cosechas o ventas.
Departamento de Interior:
Prescindirá del 81 % de sus 72.562 empleados y cerrarán todos los parques nacionales, como el Gran Cañón del Colorado, y los monumentos, como la estatua de la Libertad en Nueva York.
Departamento de Justicia:
El 15 % de sus 114.486 empleados serán enviados a casa. No se prescindirá de ningún agente del FBI, ni de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), ni de empleados de prisiones federales, ni de fiscales federales.
NASA:
El 97 % de sus 18.134 empleados serían enviados a casa, excepto los encargados de misiones de control relacionadas con la Estación Espacial Internacional (EEI).
Departamento de Salud:
El 52 % de sus 78.198 empleados dejarán sus puestos. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades mantendrán actividades mínimas, pero no podrán llevar con normalidad su campaña anual contra la gripe.
No obstante, los "mercados de seguros de salud" que entran hoy en vigor como parte de la reforma sanitaria de 2010 funcionarán en un principio sin restricciones.
Departamento de Transporte:
Se prescindirá del 33 % de los 55.468 empleados. Permanecerán en sus puestos los controladores de tráfico aéreo y algunos de los encargados del control de autopistas.
Departamento de Energía:
El 69 % de los 13.814 empleados serán enviados a casa. Seguirán trabajando los encargados del control de materiales nucleares y de redes eléctricas, pero no los investigadores.
Departamento de Asuntos de Veteranos:
Sólo un 4 % de los 332.000 empleados de esta agencia dedicada a los veteranos de guerra resultarán afectados.
Departamento de Vivienda:
El 95 % de los 8.700 empleados serán enviados a casa. Pero seguirán activos los préstamos otorgados por los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mac.
El cierre obligará a mandar a casa a más de 800.000 de los 2,1 millones de funcionarios federales durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.
La emisión de datos económicos se interrumpirá y los parques nacionales cerrarán sus puertas, pero se mantendrán servicios básicos como el correo, el control de tráfico aéreo, los cheques de pensiones o la actividad de los agentes policiales y de seguridad.
Estos son los principales efectos de la suspensión de actividades en las principales órganos y agencias federales:
Casa Blanca:
Alrededor del 75 % de los empleados de la Casa Blanca serán enviados a casa sin sueldo durante el tiempo que dure la crisis. Se espera que 436 de los 1.700 trabajadores continúen trabajando como apoyo del presidente Barack Obama. "Tendremos un personal esquelético", dijo el lunes el portavoz presidencial, Jay Carney.
Departamento del Tesoro:
Alrededor del 88% de los más de 100.000 empleados serán enviados a casa sin sueldo. Permanecerían trabajando los empleados que gestionan los desembolsos de las pensiones de seguridad social, pero no los encargados de auditorías y otras operaciones relacionadas con los impuestos en la agencia tributaria (IRS).
Reserva Federal:
No se ve afectada por el cierre del Gobierno.
Departamento de Defensa:
El 50 % de los 800.000 empleados civiles del Pentágono serán enviados a casa, mientras que todos los militares -alrededor de 1,4 millones- continuarán trabajando. Obama firmó la noche del lunes una ley que permitirá que todos los militares y algunos civiles sigan recibiendo sus cheques durante el cierre del Gobierno.
Departamento de Estado:
Sus actividades no se verán inmediatamente afectadas, debido a que sus fondos provienen de una ley de gastos diferente. Las embajadas y consulados en el extranjero continuarán funcionando y se seguirán emitiendo visados para viajar a Estados Unidos.
Departamento de Seguridad Nacional:
Un 14 % de los más de 231.000 empleados serán enviados a casa, dado que la gran mayoría se consideran trabajadores "esenciales". No obstante, se espera que deje de operar el programa E-Verify, utilizado por empresarios para verificar el estatus legal de sus trabajadores.
Departamento de Comercio:
El 87 % de sus empleados serán enviados a casa sin sueldo (más de 40.000 de los 46.420 funcionarios que trabajan allí). La división encargada de revisar las exportaciones de EE.UU. operará con la mitad del personal.
Departamento de Trabajo:
Se prescindirá del 82 % de los 16.304 empleados, entre ellos los que trabajan en la Oficina de Estadísticas Laborales, que produce estadísticas económicas como los datos mensuales de desempleo. No obstante, el relativo a septiembre podría emitirse el viernes, según lo que decida la Casa Blanca.
Departamento de Agricultura:
El Departamento no ha indicado de cuántos de sus 100.000 trabajadores prescindirá, pero se espera que continúen actividades esenciales como las inspecciones de carne, al tiempo que se suspenden las de otros alimentos. También se dejarán de producir informes sobre las estimaciones de cosechas o ventas.
Departamento de Interior:
Prescindirá del 81 % de sus 72.562 empleados y cerrarán todos los parques nacionales, como el Gran Cañón del Colorado, y los monumentos, como la estatua de la Libertad en Nueva York.
Departamento de Justicia:
El 15 % de sus 114.486 empleados serán enviados a casa. No se prescindirá de ningún agente del FBI, ni de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), ni de empleados de prisiones federales, ni de fiscales federales.
NASA:
El 97 % de sus 18.134 empleados serían enviados a casa, excepto los encargados de misiones de control relacionadas con la Estación Espacial Internacional (EEI).
Departamento de Salud:
El 52 % de sus 78.198 empleados dejarán sus puestos. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades mantendrán actividades mínimas, pero no podrán llevar con normalidad su campaña anual contra la gripe.
No obstante, los "mercados de seguros de salud" que entran hoy en vigor como parte de la reforma sanitaria de 2010 funcionarán en un principio sin restricciones.
Departamento de Transporte:
Se prescindirá del 33 % de los 55.468 empleados. Permanecerán en sus puestos los controladores de tráfico aéreo y algunos de los encargados del control de autopistas.
Departamento de Energía:
El 69 % de los 13.814 empleados serán enviados a casa. Seguirán trabajando los encargados del control de materiales nucleares y de redes eléctricas, pero no los investigadores.
Departamento de Asuntos de Veteranos:
Sólo un 4 % de los 332.000 empleados de esta agencia dedicada a los veteranos de guerra resultarán afectados.
Departamento de Vivienda:
El 95 % de los 8.700 empleados serán enviados a casa. Pero seguirán activos los préstamos otorgados por los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mac.
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