Mapa del analfabetismo dominicano
No hay que ser adivino para entender que la falta de alfabetización es uno de los principales atentados al progreso de un país. En República Dominicana, el problema es grave: el país se encuentra por sobre el promedio de América Latina y el Caribe.
República Dominicana es uno de los países de la región con las tasas de analfabetismo más elevadas. Con un rango de entre 10% y 13%, según la fuente que se consulte, es significativamente superior al promedio de 8.3% de América Latina y el Caribe.
Las provincias del sur son, como es habitual, las más golpeadas con esta condición que aísla y limita el desarrollo. Elías Piña, Bahoruco y Azua lideran el analfabetismo con tasas que rondan el 30.5%, 24.4% y 21.8% respectivamente.
La cifra dominicana es dramática cuando se entiende que significa que más de un millón de personas vive sin leer ni escribir en el país. Y esto pasa a ser solo una base a partir de la cual se desarrolla otro problema de magnitud: el analfabetismo funcional, o la incapacidad de aplicar los conocimientos de lectura y escritura en la vida cotidiana. Según cálculos de Miguel Ceara-Hatton, un 25% de la población cae dentro de esta categoría.
¿Una luz de esperanza?
Si bien las cifras aún son considerablemente altas, la tendencia a la disminución del problema ha marcado la tónica de las últimas décadas. Hace medio siglo, un tercio de los dominicanos no sabía leer ni escribir. Veinte años después, el analfabetismo afectaba a una de cada cinco personas. Hoy, se habla de un poco más de uno de cada diez individuos.