La FIBA “es pobre” para apoyar a países en desarrollo del básket
“Federación Internacional es un elefante con pie de barro”, dijo García
SD. Tradicionalmente, sin contar con los nuevos cambios, montar un torneo internacional de baloncesto implica una gran inversión. Por ejemplo, un Centrobasket implica pagarle a la FIBA Américas alrededor de medio millón de dólares, pero si se trata de un torneo grande, del continente, ya sea un Preolímpico o un Premundial, hay que desembolsar algo como “cinco millones de dólares”. Las cifras fueron ofrecidas por el director ejecutivo de FIBA Américas, Alberto García.
Todo ese dinero va a los fondos de la FIBA Américas, y obviamente a la oficina central de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Pero las federaciones reciben poco o nada en términos de desarrollo de este deporte, excepto un curso de árbitros o algo por el estilo. La razón es simple, según explica, “la FIBA es pobre”, dice García. “Nosotros tendríamos que sacarnos la lotería”, bromea.
Otras federaciones internacionales, sin embargo, ofrecen dinero a sus federaciones nacionales para que desarrollen su deporte. Ofrecen desde entrenadores, pagados por ellos, cursos y en algunos casos hasta utilería. La Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Atletismo (Nacac, en inglés), la de Voleibol, e incluso una menos masificada en el mundo como la de Bádminton ofrecen apoyo a sus respectivas federaciones locales. Para no mencionar al fútbol.
“El Centro de Bádminton de Alto Rendimiento de Haití lo hizo la Confederación Panamericana de Bádminton”, expresó el presidente de la Federación Dominicana de este deporte, Generoso Castillo.
Fomento del baloncesto
Hay un problema que afecta a varias federaciones nacionales y es que no son sostenibles la mayoría. Y del fondo que recibe, en este caso la FIBA Américas, por derecho a montar un torneo, una buena parte se va en el pago del personal de la oficina de esa entidad en San Juan, Puerto Rico.
“No es fácil vivir en Puerto Rico. Entonces tenemos una estructura que tenemos que mantener”, explica García. “El personal ahí nos cuesta un millón-un millón y medio de dólares, solamente el funcionamiento administrativo de la oficina, por año. En consecuencia si tenemos un torneo cada cuatro, no se hace fácil”, explica.
Siendo así las cosas, “para el desarrollo del baloncesto realmente nosotros no podemos ayudar. Por ahora no podemos ayudar”, sostiene el director ejecutivo.
Retornando a bádminton, su federación internacional, dijo Castillo, tiene visto ayudar con la construcción de su cancha en el país. Cuando el país tuvo Pelota Vasca, organizada, la Federación del País Vasco aportó para la construcción de la cancha en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Federaciones pobres
García, que estuvo de visita en el país a raíz del campamento Baloncesto Sin Fronteras, señaló que la FIBA carece de recursos.
“Todavía nos queda alguna cosita pendiente”, señala García. “La cosita pendiente que nos queda, es fortalecer nuestras federaciones nacionales, porque la Federación Internacional hoy es un elefante con pie de barro”.
El número que ofrece llama la atención tanto por la cantidad de federaciones, pero a la vez por la cantidad de torneos regionales, continentales y mundiales que se juegan. “De las 213 federaciones que tenemos hay 20, 30, 40 como máximo, que pueden autofinanciarse, que pueden llegar a tener logros importantes”, dijo.