El Rico, rico en poder
"No es verdad que el matrimonio sea indisoluble. Se disuelve fácilmente en el aburrimiento." José María Arguedas.
El Rico, rico en poder
Ricardo Adolfo Jacobo Carty fue uno de los bateadores más temibles que han desfilado por cualquier diamante de béisbol. En Grandes Ligas, su promedio de por vida fue de .299 con 204 jonrones, pero su grandeza era cuando lo "montaban" en conteo de dos strikes. Ahí era que la pintura se le "ponía dura" al lanzador.
En 1965-66, por motivo de la revolución de abril, no se jugó béisbol de invierno en nuestro país y el Rico Carty se fue a jugar a Venezuela. El 13 de enero de 1966, el Rico tenía promedio de .376, líder del circuito, con ocho jonrones.
Una reseña del Listín Diario del 13 de enero de 1966 dice: "El corpulento jardinero dominicano que representa una figura grande en el premio venezolano, ha conectado sus jonrones (8), en 26 juegos, la mitad de los celebrados por su conjunto. Este big leaguer quisqueyano, el pasado día 6 de enero bateó de 4-4, los cuatro hits montado en dos strikes".
Otra proeza del Rico en la tierra de Bolívar fueron los cinco cuadrangulares que disparó en la vigésima edición de la Serie del Caribe en 1977, que constituyen el récord auténtico de estos clásicos.
Barry Jones igualó la marca en 1990 en el Orange Bowl, en Miami, un campo de fútbol que fue ajustado para jugar béisbol y cuyas medidas fueron muy cuestionadas, sobre todo las del left field que eran delineadas por una cuerda amarilla. De los cinco jonrones de Carty, cuatro fueron en el Estadio Universitario de Caracas y uno en el José Bernardo Pérez.
El primer jonrón de Carty fue contra el lanzador Eduardo Rodríguez, de los Criollos de Caguas, el 4 de febrero, el segundo a Rex Hudson, de los Venados de Mazatlán; el tercero a Chris Bathon, de los Navegantes de Magallanes; el cuarto a Mike Krukow, de Caguas y el quinto a Manuel Sarmiento, de Magallanes.
Carty, además de establecer la marca de más jonrones, con cinco, estableció también la marca de más juegos conectando jonrones seguidos, con cuatro.
La marca quebrada por Carty estaba vigente desde 1953, cuando Willard Brown ("El Hombre Ese") la estableció en el estadio del Cerro, en La Habana.
De los cinco jonrones de Barry Jones, quien vestía el uniforme de los Criollos de Caguas, tres fueron a los lanzadores dominicanos Mélido Pérez, Arturo Peña, José Núñez, de los Leones del Escogido, y Tim Scott y Julio Miranda, de los Naranjeros de Hermosillo.
En vista de las dimensiones cuestionables del Orange Bowl, se conectaron un total de 48 cuadrangulares, récord para este tipo de evento, desglosados en 15 por Caguas, de Puerto Rico; 13 por los Leones del Escogido, República Dominicana; 10 por los Naranjeros de Hermosillo, México. y 10 por los Leones del Caracas, Venezuela.
El Rico, rico en poder
Ricardo Adolfo Jacobo Carty fue uno de los bateadores más temibles que han desfilado por cualquier diamante de béisbol. En Grandes Ligas, su promedio de por vida fue de .299 con 204 jonrones, pero su grandeza era cuando lo "montaban" en conteo de dos strikes. Ahí era que la pintura se le "ponía dura" al lanzador.
En 1965-66, por motivo de la revolución de abril, no se jugó béisbol de invierno en nuestro país y el Rico Carty se fue a jugar a Venezuela. El 13 de enero de 1966, el Rico tenía promedio de .376, líder del circuito, con ocho jonrones.
Una reseña del Listín Diario del 13 de enero de 1966 dice: "El corpulento jardinero dominicano que representa una figura grande en el premio venezolano, ha conectado sus jonrones (8), en 26 juegos, la mitad de los celebrados por su conjunto. Este big leaguer quisqueyano, el pasado día 6 de enero bateó de 4-4, los cuatro hits montado en dos strikes".
Otra proeza del Rico en la tierra de Bolívar fueron los cinco cuadrangulares que disparó en la vigésima edición de la Serie del Caribe en 1977, que constituyen el récord auténtico de estos clásicos.
Barry Jones igualó la marca en 1990 en el Orange Bowl, en Miami, un campo de fútbol que fue ajustado para jugar béisbol y cuyas medidas fueron muy cuestionadas, sobre todo las del left field que eran delineadas por una cuerda amarilla. De los cinco jonrones de Carty, cuatro fueron en el Estadio Universitario de Caracas y uno en el José Bernardo Pérez.
El primer jonrón de Carty fue contra el lanzador Eduardo Rodríguez, de los Criollos de Caguas, el 4 de febrero, el segundo a Rex Hudson, de los Venados de Mazatlán; el tercero a Chris Bathon, de los Navegantes de Magallanes; el cuarto a Mike Krukow, de Caguas y el quinto a Manuel Sarmiento, de Magallanes.
Carty, además de establecer la marca de más jonrones, con cinco, estableció también la marca de más juegos conectando jonrones seguidos, con cuatro.
La marca quebrada por Carty estaba vigente desde 1953, cuando Willard Brown ("El Hombre Ese") la estableció en el estadio del Cerro, en La Habana.
De los cinco jonrones de Barry Jones, quien vestía el uniforme de los Criollos de Caguas, tres fueron a los lanzadores dominicanos Mélido Pérez, Arturo Peña, José Núñez, de los Leones del Escogido, y Tim Scott y Julio Miranda, de los Naranjeros de Hermosillo.
En vista de las dimensiones cuestionables del Orange Bowl, se conectaron un total de 48 cuadrangulares, récord para este tipo de evento, desglosados en 15 por Caguas, de Puerto Rico; 13 por los Leones del Escogido, República Dominicana; 10 por los Naranjeros de Hermosillo, México. y 10 por los Leones del Caracas, Venezuela.